jueves, 19 de julio de 2007

Noticia 5

La Jornada
jueves 19 de julio de 2007

En riesgo, uno de los últimos bosques tropicales secos del país: científicos

Planean 4 desarrollos turísticos en la reserva de la biosfera Chamela Cuixmala
Los proyectos representan un impacto muy grande para el ecosistema, señala especialista

ANGELICA ENCISO L.
Morelia, Mich., 18 de julio. Ante la presentación de un nuevo proyecto en la zona que colinda con la reserva de la biosfera Chamela Cuixmala, con lo que ya suman cuatro los desarrollos previstos en el área, científicos se manifestaron por un modelo de desarrollo turístico que no afecte el ecosistema y que tome en cuenta su fragilidad, ya que esto pone en riesgo uno de los últimos reductos de bosque tropical seco que existe en el país.
El cuarto proyecto es el de San Carlos, que se suma a los de La Tambora, Rancho Don Andrés y Marina Careyes o IEL la Huerta, planeados para realizarse en el municipio La Huerta, a un lado de la reserva. Los cuatro planes en conjunto consideran el establecimiento de hoteles, bungalows, villas, un campo de polo y dos de golf, que demanda altas cantidades de agua, en una zona donde el producto es escaso.
La manifestación de impacto ambiental de este proyecto se presentó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el pasado 18 de junio y aún está en evaluación.
Se trata de planes considerados para una zona prácticamente virgen, localizada en la costa de Jalisco y en los límites de una de las reservas de la biosfera incorporadas en el programa el hombre y su ambiente, de la UNESCO. También es uno de los humedales prioritario en el planeta.
Ahí se planea continuar con el mismo modelo de turismo intensivo que se ha realizado en otras regiones del país y que ya ha mostrado resultados negativos, advirtió Miguel Martínez, presidente de la Asociación de Biología Tropical y de Conservación (ABTC).
En el contexto de la reunión anual de la Asociación de Biología Tropical y Conservación (ABTC) que se celebra en esta ciudad, éste fue uno de los temas que los expertos analizaron. Katherine Renton, quien tiene alrededor de ocho años de trabajo en la estación de Biología de la UNAM localizada en la reserva de la biosfera, manifestó que "cada uno de estos proyectos propicia un turismo intensivo y todos, en conjunto, representan un impacto muy grande para el ecosistema".
Por su parte, Miguel Martínez recordó que ahí se encuentra uno de los centros de investigación más importantes de la UNAM, "con 30 años de existencia y la reserva es una de las más valiosas del mundo en selva seca".
Agregó que cuando "vienen estos proyectos de desarrollo turístico, se debe evaluar la forma en que pueden afectar algo tan importante como la reserva y a partir de eso tomar decisiones razonadas. Tiene que ser un turismo que no impacte negativamente y que considere los aspectos ambientales y los minimice".
Dijo que ya es momento de "tener conciencia de que esos desarrollos tienen consecuencias negativas para el país. Esta es una de las selvas secas más importantes del territorio nacional. Se perdería una infraestructura que se ha establecido para la conservación y el estudio de estos bosques".

Noticia 4

La jornada
jueves 19 de julio de 2007

Rechaza EU propuesta de reducir subsidios al agro

Reuters
Washington, 18 de julo. La propuesta en la ronda de Doha para recortar a 13 mil millones de dólares anuales los subsidios agrícolas de Estados Unidos es "inaceptable" y no da a los agricultores el colchón necesario para enfrentar cambios de precios en las cosechas, dijo este miércoles el gobierno. El martes, líderes negociadores de la ronda comercial de Doha presentaron un nuevo texto de negociación, diseñado para tratar de lograr un convenio. El plan de Crawford Falconer, quien preside las negociaciones agrícolas de la Organización Mundial de Comercio, reduciría el techo de los subsidios comerciales de Estados Unidos al agro entre 66 y 73 por ciento, a una cifra de entre 13 mil y 16 mil 400 millones de dólares. "Hemos sido claros en que esa es una cifra inaceptable para nosotros", indicó un funcionario del gobierno de Estados Unidos que pidió el anonimato.

lunes, 16 de julio de 2007

Sesión 2. Espacio y tiempo en la teoría social

El tiempo y el espacio son construcciones sociales que sirven para orientarnos en el mundo y para organizarnos como sociedades.
El tiempo y el espacio no son dos categorías separadas, sino que se encuentran estrechamente relacionadas.
Ambos autores coinciden en apuntar el carácter objetivo de las categorías tiempo y espacio. Para la mayoría de nosotros, son conceptos dados, que están ahí sin ser cuestionados y que aprendemos de manera casi automática, inadvertida.
A partir de la los cuatro tipos de tiempo que establece Braudel, Wallerstein propone un quinto. Así, plantea el TiempoEsspacio episódico y geopolítico, TiempoEspacio coyuntural-ideológico, TiempoEspacio estructural, TiempoEspacio eterno y TiempoEspacio transformacional. Éste último consiste en ese extraño momento en que el libre albedrío es posible, es el tiempo de la elección humana, donde la crisis y la transición tienen lugar.
Nuestras herramientas conceptuales para analizar él tiempo, han estado determinadas por la epistemología idiográfica y la nomotética, por lo menos desde mediados del siglo XIX.
A pesar de que el espacio es un elemento de análisis para Braudel, el concepto no aparece en sus reflexiones. Para Wallerstein, el estudio del espacio ha estado relacionado con las divisiones Centro-Periferia, Oriente-Occidente, Norte-Sur. Estas categorías están vinculadas y son explicadas por las principales arremetidas económicas, políticas y sociales que ocurren en un lapso de tiempo, generalmente de “mediano plazo”.
Por otro lado, para Castells el espacio dominante en la actualidad es el espacio de los flijos, el de las ciudades globalizadas donde la información fluye, las transacciones, la vida laboral se torna más flexible, pero en función de las necesidades de la empresa red. Todo esto en una temporalidad virtual, en un tiempo atemporal que “pertenece al espacio de los flujos, mientras que la disciplina temporal, el tiempo biológico y la secuenciación determinada por la sociedad caracterizan a los lugares de todo el mundo, estructurando y desestructurando materialmente nuestras sociedades segmentadas”. P. 500.
Así, me parece que lo que debemos rescatar de estos textos, es precisamente lo que propone Wallerstein: cuestionarnos esos dos conceptos que damos por sentado, que aceptamos sin más, reconstruirlos o bien construir nuevas categorías que nos permitan analizar la realidad social.

Noticia interesante 3

La Jornada
lunes 16 de julio de 2007

Cada año México pierde 273 mil hectáreas con especies tropicales

Ernesto Martínez Elorriaga

Morelia, Mich., 15 de julio. México pierde cada año unas 273 mil hectáreas de vegetación con especies tropicales, afirmó el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada, durante la inauguración de la reunión anual de la Asociación de Biología Tropical y Conservación, en la que participan más de 700 académicos, investigadores y estudiantes de 24 países.
El foro se realizará hasta el próximo miércoles en el Centro Cultural Universitario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. En su oportunidad, Elvira Quesada anunció que a partir de septiembre la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Semarnat llevarán a cabo un diagnóstico para conocer con exactitud la situación que guardan las selvas mexicanas.
El investigador José Sarukhán Kermez, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó sobre los desastres naturales relacionados con los cambios que se generan con los daños ocasionados a los sistemas ecológicos, "algunos de ellos muy severos", que derivan en tragedias por las cuales no sólo hay pérdida de vidas humanas, sino también afectaciones económicas de enorme magnitud.
Indicó que "estamos perdiendo las protecciones que los ecosistemas han dado siempre", como mantener el suelo en su lugar y propiciar la fertilidad. Ante la situación, exhortó a la sociedad en general a proteger a los bosques, "que son los que proveen de agua a la poblaciones, a través de las filtraciones y enriquecimiento de manantiales.
"Perdemos servicios, ayuda de la naturaleza, y apenas nos estamos dando cuenta de esto, tenemos que reaccionar", indicó. Agregó que si bien es cierto que no se cuenta con los recursos necesarios para proteger y conservar el ambiente, "el dinero fluye y ningún país, ni los escandinavos, está destinando los recursos que realmente se requieren. Poco a poco se tendrán que poner en marcha medidas; algunas de ellas serán muy costosas para el país".
José Sarukhán ofreció una entrevista y se le preguntó si los efectos del daño al medio ambiente se verán como un problema de seguridad nacional a corto plazo.
El ex rector de la UNAM respondió que desde hace años la destrucción de los ecosistemas es un problema de seguridad y de conflicto internacional sobre la apropiación de recursos naturales, "y ya lo estamos viendo".
Consideró que si bien actualmente "hay más conciencia sobre el cambio climático, porque hace apenas unos años murieron más de 30 mil personas en Europa por el calor, otro problema igual de grave o mayor es la pérdida de ecosistemas por la deforestación, los daños en los océanos, entre otras causas.
"Por un lado producimos un chorro de carbón y por otro estamos quitando los resumideros de carbón al eliminar bosques y selvas, y al dañar el océano, estamos generando un problema más grande", acotó.
Dijo que ante la grave situación, el Protocolo de Kyoto "se quedó chiquito, los datos que tenían están lejos de la realidad, no reflejan la dimensión de los problemas con la pérdida de casquetes polares, particularmente el norte, se está viendo la afectación a más velocidad de lo que se creía".
Por su parte, el gobernador Lázaro Cárdenas Batel manifestó que el daño ecológico es tal, que se requiere un ordenamiento general que exija que cualquier explotación de los recursos naturales debe ser sustentable, donde los grupos más pobres que viven en las zonas más ricas en biodiversidad también se beneficien.

sábado, 14 de julio de 2007

Sesión 3. El comercio en el espacio global

El término supermercantilización me recuerda el documental Super size me, del canadience Morgan Spurlock. La obesidad representa un problema nutricional y de salud pública a nivel mundial. Esta enfermedad trae consigo una serie de complicaciones en la salud de quien la padece y la proclividad a otras enfermedades. Respecto al cambio cultural relacionado con el cambio dietético, el mayor sedentarismo que experimentamos en nuestros días, es una de sus características. Otra consiste en la mediatización y consumo cultural de los estereotipos de belleza. Paradójicamente, la obesidad puede devenir en un problema desde que somos pequeños, hasta la edad adulta. Existe la idea errónea de que un niño gordito es un niño más sano, concepción de la salud que actualmente está colocando a muchos niños en la muestra. En Inglaterra ya se han dado casos de advertencias a padres de niños obesos y se pretende legislar acerca de concebir la obesidad infantil como una violación de los derechos humanos de la infancia. Así que de niño los padres procuran engordarte y cuando creces, todo a tu alrededor te dice que tienes que ser delgad@.
Por otra parte, la liberalización del comercio y la inclusión en esta dinámica de la agricultura, ha profundizado y ampliado las ya de por sí profundas y amplias brechas que distinguen entre ricos y pobres. Las políticas del banco mundial son generalmente políticas que tienden a beneficiar a los países ricos y a los ricos de los países, que son unos cuantos respecto de la mayoría de la población.
El trastocamiento de los sistemas de producción tradicionales, las subsecuentes consecuencias ambientales, el proteccionismo a través de subsidios, la propiedad intelectual y la apertura a la inversión directa extranjera son algunos de los mecanismos mediante los cuáles el libre comercio influye en la salud y el cambio dietético de la población mundial, siempre para beneficiar a unos cuantos a costa de las mayorías. A pesar de que las tendencias a mediano plazo no son tan alentadoras, los esfuerzos por colocar a la salud dietética, entendida como “salud pública ecológica”, pueden representar un cambio hacia una mejor relación entre libre comercio y salud dietética, en el que el buen estado nutricional de la población se traduzca también en crecimiento económico.
Por último, me parece que independientemente de la época histórica en que se produce o mercantiliza un bien o un alimento, estos procesos se encuentran rodeados de significaciones y constructor culturales. Es decir, que podemos hablar del cambio cultural alrededor de la producción y mercantilización de la tortilla.

Sesión 9. Agua: “el petróleo del siglo que viene” (1)

Recuerdo que cuando era niño, pasaban en la tele un comercial en el que un niño gordito, frente a una llave de agua que goteaba -después de pasar imágenes que representaban casos en los que frecuentemente la gente desperdiciaba el agua- decía: “Ciérrale, ciérrale”, girando su pequeña mano regordeta. En ese tiempo ese slogan se convirtió en una frase de dominio popular. Hace un par de años, volvieron a sacar el comercial con el mismo slogan, el mismo niño y los mismos ademanes. Sólo que ahora aquel niño gordo ya no estaba gordo y tenía como veinte años. Ahora ya no era tan gracioso ni la frase tan pegajosa. Pero el problema del derroche y la falta de agua seguían siendo los mismos y de gracioso no tenían nada.
El conflicto o la cooperación derivados de la creciente falta de agua, específicamente en las cuencas de ríos que comparten uno o varios países, no son asuntos resueltos. Existe preocupación y esperanza por uno u otro camino, respectivamente.
Efectivamente, algunos de los problemas étnicos recientes, tienen como uno de sus motores, el conflicto por el agua. La posibilidad de que la violencia sea el camino por el que se resuelva la falta de agua o de cooperación entre países, no resulta sorprendente si revisamos la manera en que históricamente los seres humanos resuelven sus problemas. Sin embargo, en la construcción de una sociedad mejor y más justa para todos, siempre existen personas o grupos de personas que pueden hacer la diferencia.
Un aspecto interesante de esta problemática, es que representa otra fisura en la estructura del Estado-nación actual, que está demostrando ser incapaz de dar solución a las demandas de la población que se encuentra dentro de sus límites y de dar cuenta de nuevos fenómenos que lo rebasan como concepto teórico y práctico en nuestros días.
Me gustaría por último compartir otra experiencia que tiene que ver una de las varias acciones de cooperación internacional con respecto al agua, apoyadas por organismos multilaterales: la creación de represas a gran escala. Esta experiencia no tiene que ver con algún esfuerzo de cooperación internacional, sino con la creación de una presa en México y una problemática adjunta a la creación de estos megaproyectos, que muchas veces se soslaya y no se le toma la importancia que requiere. Esta problemática consiste en la reubicación de cientos de poblados enteros y de cientos de miles o a veces millones de personas, a partir de la construcción de una presa hidroeléctrica.
A principios de los noventa participé en un proyecto sobre la afectación que causaba en la población reubicada, la reubicación misma y la construcción de la presa. Me refiero a la presa Cerro de Oro, en el norte de Oaxaca, México.
Uno de los primeros problemas con los que me encontré, consistía en que a la población oaxaqueña que visité, la habían reubicado en el estado de Veracruz. Era población chinanteca, acostumbrada a sus tierras de primera, sus ríos, su origen común, su tierra. Los reubicaron en una zona de pastizales cerca de la frontera con Oaxaca. Cuando llegamos llevaban ya tres años de haber sido reubicados en un clima y una tierra hostiles y desconocidos. Adaptándose a lo poco que se podía sembrar ahí y a aprender a cultivar grandes cantidades de maíz en esa zona. La Comisión Federal de electricidad les hizo unas casas de block y lámina de metal, que no correspondían en nada con la construcción y composición de sus casas bajo el agua, que respondían al entorno ambiental y ecológico. La gente nos contaba como varios viejos habían muerto a unos meses del reacomodo. Habían muerto de tristeza, de nostalgia por su tierra, por sus muertos, nos decían.

(1) Elhance, Arun P. 1999. Hydropolitics in the third world. Conflict and cooperation in International River basins, United States Institute of Peace Press, Washington, D.C.

Otra noticia interesante

La Jornada
Sábado 26 de mayo de 2007

Silvia Ribeiro
El imperio de Monsanto y la destrucción del maíz

El monopolio más marcado de la historia del industrialismo lo tiene Monsanto con las semillas transgénicas. Según sus propios datos, esta trasnacional estadunidense controla más de 80 por ciento del rubro, porcentaje ampliamente mayor que el que detenta cualquier otra empresa en su campo, sea petrolera, química o informática.
Monsanto avanza además hacia el control de todas las semillas, no sólo transgénicas. Para ello ha comprado empresas semilleras en todo el mundo, con el fin de controlar un sector que aunque modesto en volumen de dinero -comparado con otras industrias-, es absolutamente imprescindible: es la llave de toda la cadena alimentaria. Una vez que controle la mayoría de las semillas convencionales (no transgénicas), lo único que necesitará hacer es dejar de producirlas, y a través de una política de hechos consumados -al no existir alternativas en el mercado y en contubernio con las escasas empresas que queden en el rubro- obligar a todos a sembrar sus transgénicos. A unos porque no tendrán otra opción y a otros -los campesinos que plantan sus propias semillas- a punta de contaminación, juicios y semillas suicidas Terminator
Según el monitoreo de la industria que hace el Grupo ETC (antes con el nombre de RAFI), a principios de la década de 1980 existían en el mundo más de 7 mil empresas semilleras que producían semillas para el mercado comercial. Ninguna llegaba a uno por ciento del mercado.
Hace algo más de una década, las empresas que producían agrotóxicos -como Monsanto, Dow, Bayer, Dupont y otras- comenzaron a comprar intensivamente a las semilleras. De esta forma promovieron la venta de semillas y agrotóxicos de la compañía en paquete. El resultado más visible de este casamiento de conveniencia fueron los transgénicos: más de dos tercios de los transgénicos plantados son cultivos resistentes a agrotóxicos.
En 1997, las 10 mayores empresas semilleras habían pasado a controlar la tercera parte del mercado mundial de venta de semillas comerciales. A 2005, las 10 más grandes tenían ya la mitad del mercado. Actualmente, las 10 mayores poseen 55 por ciento del mercado mundial, pero entre tres -Monsanto, Dupont y Syngenta- acaparan 44 por ciento. Monsanto -que en 1996 ni siquiera aparecía entre las 10 mayores- abarca 20 por ciento del total global.
Dos de las compras más significativas de Monsanto en los años recienes -que lo convirtieron en la semillera industrial más grande del mundo- fueron la mexicana Seminis (ex Savia y Grupo Pulsar) con lo que logró la mayoría del mercado mundial de semillas de frutas y hortalizas, y la de Delta & Pine Land, la mayor empresa de semillas de algodón y dueña de la primer patente de semillas suicidas Terminator.
Es evidente que avanzando por medios legales e ilegales -desde la contaminación transgénica y los juicios por patentes que hace contra las víctimas hasta el soborno de funcionarios y legisladores para que le otorguen autorizaciones y hagan leyes o reglamentos a su favor- Monsanto pretende apoderarse del mercado mundial de semillas, o como mínimo, repartírselo con un par de otras trasnacionales.
En camino hacia ese objetivo, Monsanto compró hace una década la compañía Agracetus, para apoderarse de una patente monopólica sobre toda la soya transgénica del planeta. Esta patente la acaba de perder el 3 de mayo de 2007 en la Oficina Europea de Patentes, como consecuencia de un litigio que duró 13 años, iniciado por el Grupo ETC junto a una coalición de organizaciones sociales y ambientalistas, que finalmente derrotaron a Monsanto. Pero en ese periodo, Monsanto usó y abusó de este monopolio para hacer juicios y amenazar desde productores a gobiernos, creando un monopolio de facto sobre la soya, aunque ya no tenga la patente.
En este contexto, es totalmente cínico que Monsanto, uno de los mayores contaminadores del planeta y responsable junto a un par de otras transnacionales de la contaminación transgénica del maíz campesino en México, anuncie que va a hacer un fondo para "proteger el maíz nativo". Para ello, pretende formar con algunos de los pocos productores industriales de maíz en México, un banco de semillas nativas. La propuesta ni siquiera es original -también Syngenta, Dupont y otras productoras de transgénicos tienen proyectos similares en otros países- ya que proviene de Croplife International, una asociación internacional de estas empresas para defender sus intereses en la comunidad internacional.
Monsanto pretende así lavar su imagen de contaminador, acceder -y patentar cuando le convenga- razas de maíz campesino que le resultan imprescindibles para seguir desarrollando sus semillas transgénicas y por otro lado justificar la introducción de más transgénicos y la contaminación futura.
Los industriales de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, que firmaron este acuerdo con Monsanto -quién sabe a qué precio- probablemente ya ni saben qué es el maíz nativo, porque hace tiempo son esclavos de lo que les vendan las empresas semilleras.
Los que de verdad conocen, cuidan y siguen plantando el maíz nativo -85 por ciento de los que producen maíz en México- son campesinos e indígenas y ya declararon que no piensan dejarlo ni dejar que los dueños del dinero y los industriales se apropien de él. Les llevan 10 mil años de experiencia y más de 500 de resistencia.
*Investigadora del Grupo ETC

Noticia interesante

La Jornada
Viernes 8 de junio de 2007

Prueban pollos que los polinesios pisaron América antes que Colón

Se adelantaron un siglo a los conquistadores; hubo intercambio de alimentos
Prueban pollos que los polinesios pisaron América antes que Colón
Investigadores de Chile y Nueva Zelanda revelan el vínculo genético comparando ADN
Wellington, 6 de junio. Un hueso de pollo entregó una importante primera evidencia de que los polinesios llegaron a Sudamérica antes de que Cristóbal Colón desembarcara en las Antillas, indicaron el miércoles científicos neozelandeses.
Los exámenes genéticos de un hueso de la pata de un pollo encontrado en zona centro-sur de Chile mostraron que el ave era originaria de Polinesia y que vivió hace unos 600 o 700 años, mucho antes de que los europeos llegaran a América a fines del siglo XV.
El estudio hecho por antropólogos de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y por científicos chilenos entrega evidencias sobre algo que los investigadores sospechaban hace tiempo, según explicó la doctora Lisa Matisoon-Smith, del grupo de atropólogos que participó en la investigación.
Desde hace unos 2 mil años, los pueblos de Polinesia navegaron por el océano Pacífico y hace unos 800 o 1,000 años establecieron colonias en Hawai y en la Isla de Pascua.
Los investigadores neozelandeses recogieron huesos de pollo en toda la cuenca del Pacífico y descubrieron una secuencia de ADN distinta que resultó ser la clave para establecer el vínculo con Sudamérica.
Científicos chilenos que investigaban sobre asentamientos precolombinos en la región de Arauco (unos 600 kilómetros al sur de Santiago), encontraron huesos de pollo cuya muestra de ADN era idéntica a la secuencia polinesia.
"La secuencia de ADN era idéntica a la obtenida de un hueso de pollo de 2000 años de antigüedad de Tonga", dijo Matisoo-Smith. El vínculo genético con la Polinesia puede encontrarse actualmente en Sudamérica en la raza de gallinas Araucana.
La doctora Matisoo-Smith dijo que los polinesios pudieron llevar los pollos hacía Sudamérica hace unos 600 o 700 años, teniendo en cuenta la época de los asentamientos en Hawai y en la Isla de Pascua, los más cercanos a América.
Los camotes dulces y las calabazas utilizadas durante siglos en Polinesia, tienen su origen en Sudamérica.
Los científicos también destacaron la similitud que existía en algunas palabras utilizadas por los polinesios y por algunas tribus americanas.
Pero no estaba claro en qué sentido se produjo el vínculo señalado por tales indicios: de ida y vuelta desde Polinesia o por navegantes prehistóricos que partieron de Sudamérica.
En 1947, el noruego Thor Heyerdhal navegó desde Perú hasta Polinesia a bordo de una balsa, la Kontiki tratando de mostrar que fue Sudamérica el punto de partida de las migraciones por el Pacífico.
El descubrimiento de los huesos de pollo demuestra que hubo viajes de ida y vuelta, lo que es imposible a bordo de balsas incapaces de navegar de vuelta a Sudamérica contra los vientos dominantes.
Por el contrario, las canoas de altamar polinesias eran capaces de navegar contra los vientos dominantes, destacó la doctora Matisoo-Smith.
Sin embargo, no hay vestigios de que los polinesios se hayan establecido en Sudamérica.
Los resultados de la investigación deben ser publicadas en Estados Unidos en los Anales de la Academia Nacional de Ciencias.

Comentario adicional a la sesión 8

Ante este notable giro que en los últimos años personas, organizaciones civiles e instituciones gubernamentales y comerciales han dado hacia el reconocimiento de la importancia y auge de los productos orgánicos, ha surgido también la otra cara de la moneda: la del problema de salud pública que puede representar la obsesión por la comida sana. Aunque la noticia se ha esparcido de manera amarillista, tal vez si observamos con calma tenga su lado de sobriedad.
Se trata de una nueva enfermedad asociada al grupo de la bulimia y la anorexia. Su nombre es Ortorexia, palabra que proviene del griego Ortos (justo, recto) y exia (apetencia). Este nuevo desorden alimenticio se vuelve una obsesión patológica por la comida biológicamente pura. Una preocupación excesiva por lo saludable que puede perjudicar al organismo, pues las personas experimentan una pérdida de sociabilidad, padecimientos como osteoporosis, hipervitaminosis, intolerancia a algunos alimentos, falta de hierro y proteínas. A diferencia de otros desórdenes alimenticios, la Ortorexia tiene que ver con la calidad y no con la cantidad de los alimentos. Se presenta generalmente en personas de nivel socioeconómico elevado y en España se está convirtiendo en un problema de salud pública.

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